Otra vez te he escuchado pronunciar mi nombre,
ya no estamos en el mismo lugar,
ya no somos aquellos niños que jugaban a quererse,
y, sin embargo, mi corazón ha vuelto a estremecerse.
Ya casi no recordaba tu cara,
casi había olvidado tu sonrisa risueña,
mientras tomábamos un café en un pequeño pub de Francia,
los dos hemos sabido,
que no debíamos habernos separado,
que no te deberías haber marchado
porque aunque hayan pasado los años,
todo sigue igual,
yo vuelvo a ser aquella niña muda,
que no se atreve a hablarte,
tú vuelves a ser aquel chico risueño,
que no sabe como expresar tus sentimientos,
aunque todo estaba confuso, mientras el mundo sigue su curso,
al mirarnos a los ojos
todo se ha aclarado,
los dos sabemos,
que ya no podemos separarnos
y como si fuera la confirmación de lo que pensamos,
me has besado,
con el más dulce de todos los sueños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario